jueves, 26 de noviembre de 2009

Jerzy Grotowski y el Happening

Jerzy Grotowski y el Happening

Por: Juan J. De León Peña

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En el polo opuesto a esta línea interdisciplinaria, aunque compartiendo el interés por un teatro que supere la matriz literaria, se encuentra el director polaco Jerzy Grotowski, quien funda el Teatr Laboraturium, en 1959. Utiliza el término "laboratorio" para referirse al grupo de actores que, con su guía, experimentan posibilidades expresivas. Su propuesta es un teatro "pobre", es decir, aquel que prescinde de todo aquello que no sea el vínculo entre actor y espectador, considerado como el elemento mínimo indispensable. Sin embargo, este vínculo no requiere para Grotowski, a diferencia del happening, la necesidad de implicación física directa del espectador.
Inicialmente, Grotowski se dedica a la dirección, centrándose en la actuación por un lado y en la experimentación con el espacio escénico como vehículo para la relación con el espectador, por otro. Para ello, realiza representaciones en espacios no convencionales (como hospitales) o con dispositivos espaciales que dificultan o problematizan la visión del espectador. Entre 1964 y 1965 publica El nuevo testamento del teatro y Hacia un teatro pobre. En 1966 llega su consagración internacional, con la presentación en París de El príncipe constante (que puede verse en video), basado en la obra de Pedro Calderón de la Barca. Pero paulatinamente su producción escénica se fue haciendo más espaciada, hasta que en 1969 se interrumpe por completo, reponiendo espectáculos con los que realiza giras internacionales. A partir de su regreso de la India, en 1970, decide dedicarse a la investigación acerca de la conducta corporal e intercomunicacional de los sujetos y a aspectos rituales y antropológicos del teatro.
Grotowski intenta conjugar aspectos de Stanislavski y Meyerhold, incorporando, asimismo, elementos del teatro oriental (el Kathakali y el japonés), el Teatro Épico, de Brecht y el Teatro de la Crueldad, de Artaud. También incluye ejercicios de yoga, acrobacia, pantomima y danza. Esta mezcla de disciplinas busca producir un teatro no atado a lo literario, pero al mismo tiempo, con una extremada precisión en la producción de signos vocales, gestuales, visuales y sonoros. A través de una rigurosa disciplina de entrenamiento, se busca que el actor adquiera una expresividad física total. El Teatro Laboratorio, concebido como una comunidad cerrada, de tipo monástico, es el lugar de gestación de este nuevo actor no narcisista, que no busca el aplauso del público, sino provocarlo, provocándose a sí mismo. Para ello debe liberar su cuerpo de toda resistencia, entregándose por completo al trance: "sacrificándose". Como vemos, su fundamento es tanto ético como técnico y presenta muchos problemas en su difusión

Entre 1961 y 1964 asiste al Teatro Laboratorio de Grotowski (en calidad de observador, no de participante), Eugenio Barba, un italiano que había sido marinero en Extremo Oriente y había estudiado historia de las religiones en Noruega. Luego de su estancia con Grotowski se traslada a Oslo, donde en 1964 crea el Odin Teatret (que luego pasará a la ciudad de Hostelbro, en Dinamarca). Barba retoma casi todos los aspectos de Grotowski y exacerba el interés por las formas del teatro oriental y la ritualidad, como acercamiento a la esencia del teatro y a los aspectos denominados pre-expresivos del sujeto en situación escénica, utilizados como fundamento de un también riguroso e interminable entrenamiento. Volviendo a los primeros '60, el afán de investigación y experimentación, muchas veces más vivencial que técnica, se hallaba a la orden del día y casi todos los artistas, tanto noveles como consagrados, se volcaron a él. Es el caso de Peter Brook, uno de los directores más famosos en la época, a partir de sus puestas en escena de William Shakespeare, quien en 1963 decidió abrirse a la investigación de la relación entre espectáculo y público (influenciado por Artaud, el happening, el Living Theatre y Grotowki).

Como resultado, en 1964 pone en escena la famosísima versión de Marat Sade, de Peter Weiss y en 1968 publica su célebre El espacio vacío.

El autor es Dramaturgo y

Sub-Director de la Casa de Cultura de Mao

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